Hoy vamos a hablar de una hamburguesa que contiene nada más y nada menos que 8000 calorías, y que por ello ha sido nombrada como una auténtica bomba calórica.
En la cadena de fast food llamada Heart Attack Grill (parrilla Infarto) las meseras están vestidas como enfermeras, a los clientes se los trata como pacientes y los pedidos simulan ser recetas. Y para una atención urgente, una ambulancia espera en la puerta.
Su creación más famosa es la Cuádruple Bypass y lleva 8 mil calorías, que equivale a cuatro desayunos, e igual número de almuerzos y comidas, es decir lo que nuestro cuerpo consume en 96 horas.
Sus ingredientes son cuatro hamburguesas fritas en grasa de cerdo, panceta, ocho fetas de queso, un tomate entero, media cebolla y seis rebanadas de pan.
El resto del menú nos pone a punto para el infarto: hamburguesas XXL, gaseosas con azúcar agregada y una especie de “salad bar”, pero repleta de papas fritas. Para rematarla, cigarrillos sin filtro.
Tanto colesterol y grasas saturadas buscan “ofrecer una comida por la que merezca la pena morir”, asegura el controvertido Jon Basso, conocido como “Doctor Jon”, graduado en Marketing y fundador de la cadena.Se lanzó en 2005 en Chandler (Arizona) y resultó un éxito desde el primer día. Ahora abrió su tercera sucursal en Las Vegas.En la puerta, un enorme cartel alerta: “Este restaurante puede perjudicar seriamente su salud”.
Esta singular hamburguesa,al igual que la mayoría de la comida que se sirve en la cadena alimentaria, aumenta el riesgo casdiovascular de una manera brutal, siendo un riesgo demasiado grande, consumir alimentos en el local.
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