sábado, 3 de noviembre de 2012

La duración del sueño como factor de riesgo cardiovascular

¡ Hola bloggeros ! En este día tan largo y como me ha entrado un poco de sueño, se me ha ocurrido hablar sobre una noticia muy muy interesante. Así, después de leer y deliberar hemos llegado a la conclusión de que 

¡ DORMIR MENOS DE 6 HORAS Y MAL ES DE ALTO RIESGO PARA EL CORAZÓN !

Un estudio publicado en Sleep sugiere que dormir habitualmente durante menos o más de siete horas diarias está asociado con un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. La investigación, llevada a cabo en la Facultad de Medicina de la Universidad West Virginia en Morgantown, Virginia Occidental (Estados Unidos), y dirigida por Anoop Shankar, reveló que quienes duermen cinco horas diarias o menos y quienes lo hacen ocho o más horas por día tienen más riesgo de padecer estas enfermedades.

¿ Y cómo llegaron a esta conclusión? Para la realización del estudio se analizaron las respuestas de más de 30.000 personas adultas que participaron en la encuesta. Dicha encuesta recogió también sus datos demográficos, económicos...así como sus estilos de vida. 
De las personas encuestadas, 2.146 se registraron como casos de enfermedades cardiovasculares  y de este grupo, la gran mayoría aseguró dormir cinco o menos horas diarias, mostrando el análisis que su riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares era más de dos veces mayor que el de aquellas personas que dormían siete horas diarias.
Los resultados se ajustaron, además, a múltiples variables de confusión como la edad, el sexo, la raza, el consumo de tabaco y alcohol, el índice de masa corporal, la actividad física, la diabetes, la hipertensión y la depresión.

Según los resultados del trabajo presentado, debemos saber que es muy importante evaluar el sueño, y especialmente la calidad del sueño, al ver a un paciente, porque es un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares. Cuando un paciente está durmiendo mal, si bien es importante el establecer la causa, existen algunas medidas como la restricción de la ingesta de bebidas con cafeína después de cierta hora de la noche, así como no ver televisión tarde en la noche, especialmente noticieros, que pueden ayudar.

En el estudio llamado Proyecto de Monitoreo de factores de riesgo y enfermedades crónicas en los Países Bajos (MORGEN), por sus siglas en inglés), Hoevenaar-Blom y colaboradores exploraron las asociaciones combinadas de la duración del sueño y su calidad con el riesgo de enfermedad cardiovascular y la incidencia de cardiopatía isquémica coronaria.



La duración promedio del sueño se midió preguntándole a los participantes cuántas horas de sueño por lo general tenían en un período de 24 horas. Se definió sueño de corta duración un sueño de seis horas o menos, mientras que sueño de larga duración a aquellos que dormían durante nueve horas o más por período de 24 horas. Dormir de siete a ocho horas fue designado "normal". 

Después de 10 a 15 años de seguimiento (un promedio de 11.9 años), 1.486 participantes desarrollaron enfermedad cardiovascular, de los cuales 177 fueron fatales y se presentaron 1.148 eventos de cardiopatía isquémica, 88 fatales. 

Después de ajustar por factores de confusión multivariados, los dormidores de corta duración (≤6 horas) tuvieron un riesgo 15% mayor de enfermedades cardiovasculares totales en comparación con los participantes con la duración normal del sueño y un riesgo 23% mayor de cardiopatía isquémica en comparación con los de sueño normal. Ajustes adicionales por riesgos biológicos intermedios atenuaron los riesgos relativos a 11% y 19% respectivamente.

Por otra partee, no se encontró asociación entre la calidad del sueño y la incidencia de enfermedades cardiovasculares, pero cuando se evaluó la calidad del mismo en combinación con la duración del sueño, los de sueño corto con mala calidad tenían un riesgo 63% mayor de enfermedad cardiovascular y un riesgo 79% mayor de cardiopatía isquémica en relación con aquellos participantes con una duración normal y buena calidad del sueño, después del ajuste por todos los factores confundidores.

Los investigadores no encontraron ninguna asociación entre la duración larga del sueño y las enfermedades cardiovasculares, un hallazgo que contradice estudios previos. Nunca ha habido ningún mecanismo biológico para explicar por qué las personas que duermen más tienen un mayor riesgo, pero pudiera ser debido a la causalidad inversa, ya que estas personas fueron tal vez en primer lugar enfermos y por lo tanto dormían más tiempo.

En conclusión, las personas que duermen poco tienen un riesgo mayor de enfermedades cardiovasculares y de cardiopatía isquémicas y el riesgo en quienes duermen poco es mayor si la calidad del sueño adicionalmente es mala, es realmente la combinación que es importante.

Así que, ya sabeis, no dejeis de dormir lo suficiente, que disminuireis el riesgo cardiovascular y además... ¡ en cama se está muy agustito !

Hasta otra lectores ;)


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