viernes, 19 de octubre de 2012

Aneurismas

Un aneurisma es una dilatación localizada e irreversible de una arteria, causada por la debilitación o degeneración de su pared. Los lugares más frecuentes donde se producen son en la arteria aorta y en la base del cerebro (en el polígono de Willis).

Según la forma que se distinga macroscópicamente podemos hablar de 3 tipos de aneurismas:
1.      Aneurisma sacular: en este caso solo está comprometido una parte del perímetro de la arteria. Dentro de este tipo destacan los aneurismas aórticos sifilíticos y los cerebrales por displasia arterial. La mayoría de los aneurismas saculares no se consideran congénitos, sino que se desarrollan durante la vida.
2.      Aneurisma fusiforme: en este tipo de aneurisma no solo está comprometida una parte del perímetro de la arteria, como en el caso anterior, sino que afecta a todo el perímetro. Suelen ser alargados, dilatados y tortuosos. Dentro de los aneurismas fusiformes existen dos variaciones que son los aneurismas cilíndricos y los anulares. Dentro de este tipo de aneurismas está el aneurisma arterioesclerótico.
3.      Aneurisma disecante: en esta forma existe una disección a lo largo de la pared de la arteria, de manera que el vaso presenta dos paredes (interna y externa) y dos lúmenes, uno verdadero y otro falso, el cual es el espacio de disección entre ambas paredes y suele contener sangre que causa un hematoma disecante.
Cuando se da este tipo de aneurismas en la porción extracraneal suelen ser traumáticos aunque también pueden estar causados por displasia fibromuscular, arterioesclerosis, infecciones, artritis...
Para diagnosticar este tipo de aneurismas se recurre a la resonancia magnética.
Además de clasificarlos por su morfología también se pueden clasificar por tamaño y así tenemos:
·         Aneurisma muy pequeño: tiene un tamaño menor a 3 mm
·         Aneurisma pequeño: menor a 11 mm
·         Aneurisma grande: que puede ser de 11 a 25 mm
·         Aneurisma gigante: su tamaño supera los 25mm
Con respecto a los signos y síntomas de los aneurismas podemos decir que no suelen causar síntomas, excepto cuando se rompen y ocasionan un sangrado. Y dichos síntomas van a variar dependiendo de qué estructura compriman, así los más frecuentes son: pérdida de la visión, dolores de cabeza, dolor de ojos, vómitos, dolor de cuello… además de estos, los síntomas por la ruptura del aneurisma suelen ser confusión, letargo, somnolencia o estupor, párpado caído, debilidad muscular o dificultad para mover determinadas zonas del cuerpo, crisis epiléptica, problemas del habla….
Tratamiento:
Los métodos utilizados en la actualidad para tratar los aneurismas son microcirugía y terapia endovascular.  El primero de estos métodos consiste en acceder al aneurisma y ocluirlo desde fuera con un clip de titanio para así evitar que se rompa y esto se realiza mediante técnicas de microneurocirugía. Por otra parte, la terapia endovascular consiste en introducir espirales de platino para prevenir el resangrado del aneurisma.
No está demostrado cual de estas terapias es la más recomendada ya que, para  la utilización de una o de otra hay que tener en cuenta las capacidades del médico, la situación del paciente y los medios del hospital. Aunque a largo plazo resulta más efectivo el tratamiento basado en microcirugía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario