“La mejor opción terapéutica para cualquier persona que sufra un ataque cardiaco en cualquier lugar en que se encuentre y en cualquier momento” es el lema que inspiró el Programa Gallego de Atención al Infarto Agudo de Miocardio y el principal logro tras su primer lustro de funcionamiento. Galicia es hoy referencia con un programa para el síndrome coronario agudo de los más extensos y completos del mundo. Los resultados en la disminución de la mortalidad y las secuelas, la equidad en el acceso y la reducción de la variabilidad clínica, avalan el modelo.
El programa Gallego de Atención al Infarto agudo de Miocardio experimenta los máximos avances en una comunidad en la que el 56 por ciento de los núcleos de población presentan dificultades en comunicaciones y además es población envejecida.
Las 24 horas del día y los 365 días del año, cada gallego, ya viva en la ciudad o en el medio rural, cuenta con la posibilidad de acceder al que se considera el mejor tratamiento para esta patología, la angioplastía primaria. Esto se consigue debido a una organización que sustenta en tres unidades de hemodinámica referencia, que radican en los complejos hospitalarios de A Coruña, Santiago de Compostela y Vigo junto con el servicio de urgencias ( 061 ), que es la piedra angular, con unidades coronarias con ruedas en toda la autonomía.
Los principales subsidiarios son las personas que sufren un infarto agudo de miocardio con elevaciñon del segmento ST.
Este programa puede activarse por un familiar o por el propio paciente en un caso de infarto simplemente avisando al servicio de emergencias 061, también puede ser activado por médicos o profesionales de urgencia.
El director del área del corazón del Complejo Hospitalario Universitario de La Coruña (Chuac), Alfonso Castro Beiras, el director del Área de Cardiología del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi), Andrés Íñiguez, y el responsable del área cardiovascular del Complejo Hospitalario de Santiago (CHUS), José Ramón González Juanatey, coinciden en que la característica diferencial es que alcanza al cien por cien de la población.
Hay otras ciudades españolas que han cogido como modelo la iniciativa gallega.
Navarra y Murcia, por ejemplo, apostaron hace años por un modelo similar con la ventaja de que son comunidades uniprovinciales, y ahora Barcelona ha decidido iniciar un proyecto para su área metropolitana.
En el ámbito internacional también existen iniciativas como Daname (Dinamarca) y Prague (República Checa), que sirvieron de patrón cuando se diseñó Progaliam.
Galicia se encuentra a la cabeza en el número de angioplastías primarias por millón de habitantes 331 frente a las 225 de la media nacional, así, esta comunidad puede presumir de tener tasas equiparables a los grupos europeos mencionados anteriormente.
Se han tratado más de 5.000 personas y la mortalidad se sitúa, a los 30 días, en el 5 por ciento y, al año, en el 9 por ciento, unas cifras especialmente positivas porque muchos de los pacientes son ancianos. "Con Progaliam, el 96 por ciento de los pacientes reciben repercusión, mientras que con la fibrinolisis no llegábamos al 40 por ciento y con el riesgo del 1 por ciento de hemorragia cerebral", explica Castro Beiras. Íñiguez destaca el impacto que ha tenido la generalización de la angioplastia primaria: "En los 60, sin unidades coronarias, la mortalidad era del 30 por ciento; con ellas cayó al 18 por ciento; en los 80, con la fibrinolisis, al 11 por ciento, y con la angioplastia, al 5".
Y para concluir, como dato, decimos que a tenor de los datos que presenta el jefe del Servicio de Hemodinámica del Chuac, Nicolás Vázquez, más del 70 por ciento de las angioplastias primarias realizadas durante estos últimos cinco años se hicieron en horario no laboral.
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