martes, 13 de noviembre de 2012

Los infartos tienen horario.

¡Saludos blogueros!
Hoy vamos a tratar acerca de los infarto de miocardio, y su "horario", es decir, las horas del día en el que más casos se registran de esta patología.



A las 10 de la mañana y al atardecer, cerca de las 19, son los dos horarios en que se producen más infartos de miocardio. Así lo asegura un estudio español, que fue publicado en la revista Medicina Clínica.

El trabajo español, a cargo de María Cristina Barneto Valero, del Samur, y finalizado en 2011, indica que existe una relación entre los ritmos circadianos –que constituyen el reloj biológico, para seguir un ciclo regular que se repite cada 24 horas y que coincide con los estados de sueño y vigilia– y los llamados por infarto recibidos por el servicio de emergencias. Es decir, “el infarto de miocardio presenta ritmo circadiano”. 





Así lo explica el documento: “Los diferentes ritmos biológicos se reproducen en torno a la duración de su período. Hablamos así de 'ritmo circadiano' en aquellos cuya duración es igual o superior a 20 horas o inferior a 28. Ritmos internos que poseen una duración análoga a la del día. En ellos se producen una serie de ajustes que permiten adaptarnos mediante sincronizadores al período dominante en el medioambiente, como día/noche, luz/oscuridad, etc., e incluso reproducirlos en ausencia total de referencias externas medioambientales.”
El estudio local, basado en 1063 casos y dirigido por el investigador del CONICET y Director de Docencia e Investigación de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Católica Argentina Daniel Cardinali, indica que “los resultados apoyan la existencia de dos picos (en horario de mañana y tarde) en la incidencia de infarto de miocardio en la población argentina y uruguaya”. En el mismo sentido, el trabajo madrileño detalla que “la curva muestra dos picos: una con su máximo a las 10:39, y otro, menos pronunciado, por la tarde, alrededor de las 19”.

La constancia de los datos apunta también a los ritmos circadianos como principal desencadenante de los procesos y, como ejemplo, los autores mencionan que por la mañana la sangre es más viscosa y aumentan “los valores plasmáticos de fibrinógeno e inhibidores del plasminógeno”, lo que provoca un estado de “hipercoagulabilidad”. En ese horario hay una mayor segregación de catecolaminas (neurotransmisores) y se produce el cambio postural –de acostado a levantado.

Aquí os dejo un vídeo que os ayudará enteder mejor como se produce un infarto de miocardio.




Se ha visto, incluso, que el patrón obtenido se altera con muy pocos factores. No se altera con los factores de riesgo, ni con la hipertensión arterial, la diabetes, el tabaquismo, la edad o el género de quien lo padece. Sí funciona como excepción que “los casos con diabetes presentan el pico de menor amplitud más tardío y los casos de tabaquismo invierten el pico máximo de incidencia, siendo el pico vespertino de mayor amplitud que el matinal”, pero no se da una tendencia fuera de esos horarios.

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