miércoles, 7 de noviembre de 2012

Cada vez más jóvenes.

Saludos blogueros! Hoy vamos a hablar acerca de un interesante descubrimiento, se ha confirmado que los accidentes cardiosvasculares se producen más temprano, y , consecuentemente, cada vez son más los jóvenes a los cuales afecta esta enfermedad.
El Día Mundial del Accidente Cerebro Vascular (ACV) permitió poner en el tapete información clara y precisa sobre el daño que esta enfermedad produce en la actualidad a los humanos.Se destacó, por ejemplo, que es la segunda causa de muerte y la primera que produce incapacidad en el mundo, o que en nuestro país se produce uno cada cuatro minutos y que alrededor de 14.000 personas mueren anualmente por esta causa.Lo que más llamó la atención es que los ACV están golpeando con dureza a edades más tempranas. Estos datos los sacamos de una nueva investigación elaborada por la Facultad de Medicina de la Universidad de Cincinnati, específicamente, el trabajo sostuvo que aumenta la proporción de individuos con esta enfermedad en la franja etaria que va de los 20 a los 54 años.



Imagen de un ACV
     Según los mismos especialistas internacionales, las actuales cifras de enfermos por ACV se habrán de triplicar hacia fines de 2020, como consecuencia de un aumento en la expectativa de vida y la falta de planes de prevención.El accidente cerebro vascular deviene como consecuencia de una pérdida del flujo sanguíneo cerebral por el sangrado dentro de la cabeza y cualquiera de las dos situaciones puede originar que las neuronas se debiliten o mueran pues, sin oxígeno, las células nerviosas no pueden funcionar.
     Estallado elo ACV, las áreas del cuerpo controladas por las regiones del cerebro perjudicadas dejan de funcionar y los efectos terminan siendo permanentes. Esto se explica en que las células cerebrales muertas no se pueden reemplazar.
     Es importante, por lo tanto, estar al tanto del re conocimiento temprano de los signos de un ataque de este tipo, lo que permitirá la búsqueda rápida de atención médica, con lo cual se reducirán las posibilidades de muerte y discapacidad. Algunos de ellos son el adormecimiento de uno o más miembros superiores, el dolor de cabeza intenso, la confusión en el habla o bien, la pérdida de una visión clara, entre otros.
Claro que, como en otro tipo de enfermedad, siempre también existe un camino para la prevención. No debemos ignorar, por ejemplo, que el principal factor de riesgo para el ACV es la hipertensión arterial, pues ocho de cada diez personas que lo sufren tienen presión alta. También pueden contribuir el sobrepeso, sedentarismo, consumo de alcohol, drogas y tabaco, al punto que los fumadores aumentan cuatro veces el riesgo de tener ACV.
     A modo de conclusión digamos que si controlamos los factores negativos, podremos evitar las posibilidades de ser shockeados por esta dura afección y en caso en que esté llegando, si advertimos algunos de sus signos, tendremos alguna salida más merced a una rápida atención. A no olvidar ambas consignas.Por último, os dejo un vídeo que os ayudará a entender mejor que es un ACV y sus consecuencias.

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